12 de noviembre de 1959 La inauguracion de El Salvador
Por Rene Cerda Historiador Potrerillano-Salvadoreño,
Crédito: https://elsalvador.cl/12-de-noviembre-de-1959-la-inauguracion-de-el-salvador/thor-box__name”
1942 fue un año de quiebre para la Andes Copper Mining, fue en este dónde la producción de cobre de la mina de Potrerillos alcanzó su techo, de ahí en adelante comienza a reinar la desesperación. El cobre se agotaba y cada año la producción bajaba más y más, no se lograría siquiera llegar a la década de 1960. ¿Qué hacer? Se habían realizado estudios, pero ninguno daba resultados concretos de nuevos yacimientos en las cercanías. Ya entrada la década de 1950 comienza a reinar la desesperanza, ¿tendrían que abandonar el enclave minero?
Durante los primeros años de la década de 1950 el geólogo William Swayne lideraba un equipo con un sola e importante misión, encontrar la más rica veta de cobre de la zona, los sondajes estaban a la orden del día, pero sus resultados solo acaban con la esperanza. La compañía dijo detener todas las exploraciones, sin embargo, Swayne y su equipo hizo caso omiso a la orden y continuó en los cerros de sierra Indio Muerto. Dichos cerros ya conocían de minería, antiguamente habían sido explotados explorados por los pueblos que habitaban el desierto, y junto a ella pasaba también el mítico Qhapaq Ñan o camino del Inca. Fue en la quebrada conocida como la Turquesa que en 1953 se logró lo que ya nadie esperaba, un yacimiento de cobre de buena ley, el que con nuevas exploraciones se supo era enorme[1]. Como denominar a este regalo de la cordillera sino como lo que era “El Salvador”. El nuevo mineral daba nueva vida a Potrerillos, Llanta y Barquito, así como también a un nuevo campamento que nace con forma de anfiteatro y casco romano, que llevará el mismo nombre.
William Swayne, geólogo descubridor del yacimiento Indio Muerto, que posteriormente se denominaría El Salvador. Luego se desempeñó como jefe de la división de Geología de Latino América de la Anaconda Company.
Andino, Potrerillos, 12 de noviembre 1959, 2.
Osvaldo Cortes Moya (primero a la izquierda) junto a una
de las primeras cuadrillas en la construcción de la mina en agosto de 1957
Fotografía facilitada por Osvaldo Cortes Moya
Luego de maratónicas jornadas de trabajo tanto dentro de la mina como en la superficie, para fines de la década habían nacido en la zona tres infraestructuras que derrochaban tecnología y modernidad. Una mina explotada con un sistema block caving. Una planta concentradora que enviaría el cobre por casi 25 kilómetros ayudándose solo de la gravedad hasta Llanta. Y una ciudad diseñada y calculada a la perfección, la ciudad radiante de Atacama, El Salvador, la ciudad con casas de colores pasteles y techos blancos[1]. Mas de 230 millones de dólares se invirtieron en esta verdadera obra de ingeniería que fue levantar el nuevo complejo habitacional, minero e industrial[2]. Junto a el nacieron campamentos anexos, donde vivieron los primeros trabajadores y familias, Intelec, Portal del Inca, La Bloquera, la Wanapri y El 2600, fueron algunos de ellos. Desde ellos los mineros y obreros salían a trabajar y construir el sustento del futuro, muchas mujeres trabajaron en labores de cocina en los distintos ranchos que se levantaron, asimismo los primeros niños y niñas comenzaron a recorrer la faenas y el desierto en el cual como flores cada día aparecían más y más casas de colores.
La ciudad que nacía bajo las más estrictas normas de bienestar y buscando el control de los mineros y familias. Sin embargo, para inicios de 1959, muchos meses antes de ser inaugurada, ya contaba con una de sus primeras organizaciones obreras, el “Sindicato Industrial ACMC Centro de Trabajo El Salvador” el que se funda el 5 de enero de dicho año. Con esta organización comienza a escribirse una historia que estará cargada de lucha y triunfos, pero también con sangre y esfuerzo. Vemos de esta forma como siempre a pesar de querer buscar el control y la estabilidad para las ganancias de la empresa, la clase obrera y popular resiste en los lugares más recónditos del planeta.
como en paralelo a la historia obrera que comenzaba a construirse, avanzaba cada día más la construcción de la ciudad. Las amplias casas que contaban con servicios que los obreros y familias no habían tenido en el pasado, tales como baños, llaves de agua y alcantarillado, pero además con áreas como patio y jardines, en los cuales comienzan a aparecer pequeños oasis verdes en el desierto. Estas comienzan a ser asignadas por medio de puntajes que premiaban a los obreros mejor portados y más comprometidos con la compañía, los que comienzan a habitarlas con sus humildes pertenencias que traían desde Potrerillos y La Mina. Entre estas venían los recordados muebles “Tronador”, construidos de manera artesanal con los cajones de dinamita de dicha marca, los cuales fueron los primeros en comenzar a ocupar las paredes de las viviendas mineras.
Andino, 25 de julio de 1959
las cuales luego eran utilizadas para hacer muebles.
Fotografía facilitada por Guillermo Weber
A medida que la ciudad comenzaba a llenarse, la compañía comienza a planear la inauguración de esta y las faenas productivas, es así como el sábado 7 de noviembre el Andino señala: Directores y altos jefes de La Compañía llegarán la próxima semana […] acompañados de sus esposas y permanecerán un breve tiempo en nuestro país. Darán realce a la inauguración […] de El Salvador, a efectuarse el 12 de noviembre próximo[3]. Asimismo, la revista Andino que era entregada casa por casa los días sábados, cambió su día de publicación para el mismo jueves 12 de noviembre con motivo de una edición especial sobre el gran acontecimiento[4].
El día 12 amaneció con algunas nubes en el cielo, el aeropuerto de Potrerillos como nunca antes recibió cinco aviones en un solo día, estos incluido uno de la USAF, la fuerza aérea de EEUU, en él que llegó el embajador de dicho país Walter Howe, acompañado en su viaje por Roberto Vergara, Ministro de Economía y representante del gobierno de Jorge Alessandri, y Pedro Ibáñez, presidente
del Banco del Estado. En los demás habían llegado destacados jefes de la compañía tales como Clyde E. Weed, presidente del directorio de Anaconda Co, Charles M. Brinckerhoff, presidente de la Anaconda Co. y Andes Co. y William Bennett, Gerente de la Andes Co, todos acompañados de sus esposas de quienes no se señalan los nombres[5]. Vale mencionar que la escalera que se usó para que descendieran de los aviones, fue confeccionada en la fundición de Potrerillos especialmente para la ocasión y ella señalaba lo siguiente en sus peldaños: Bienvenidos a Potrerillos y El Salvador. Feliz viaje”[6].
Andino, 21 de noviembre de 1959, 1
Andino, 21 de noviembre de 1959, 1
Con el avanzar del día, cuando el calor abrazador estaba en su punto máximo, se realiza el primero de los actos en la planta concentradora, en este habla William Bennett, quien hizo de presentador para sus pares, habló Clyde E. Weed, quien señala la relevancia e importancia de la nueva mina y campamento, así como también anuncia la posibilidad de construcción de una nueva fundición (más cerca de Barquito) y una refinería electrolítica (que se construyó algunos años después en
Potrerillos). Mientras que Charles M. Brinckerhoff destacó los altos estándares de seguridad que tenia la nueva mina conjunto al bienestar que se estaba entregando a los trabajadores y sus familias, lo cual era el pago de la compañía a Chile y sus trabajadores. Luego de los discursos de los norteamericanos habló el ministro Roberto Vergara, quien celebró las inversiones de la gigante transnacional en el país. A nombre de la región habló el diputado del partido Radical Manuel Magalhaes Medling, de quien no se tiene registro de su discurso[7].
Una vez terminadas las palabras subió al escenario obispo de Copiapó monseñor Juan Francisco Fresno, quien, con un casco minero en las manos como recipiente del agua bendita, bendijo la planta concentradora. Vale mencionar que gran cantidad de publico se congregó en el acto, autoridades y jefaturas de la compañía estuvieron en cómodos asientos frente al escenario techado instalado para la ocasión. Mientras que los mineros y familias obreras estaban en la parte posterior separados por un cordón tomado de postes de fierro que los separaban de quienes nos pertenecían a la su clase[8].
Mas tarde las autoridades y público presente se trasladaron al campamento de El Salvador, y en la esquina de las calles Wheelwright y Bernardo O’higgins se realizó el segundo acto, en este frente a una gran multitud se cortó la cinta tricolor que daba por inaugurado el nuevo campamento. Esta cinta fue cortada por el ministro Vergara junto a la esposa de Clyde Weed (no figura su nombre), quienes en conjunto usaron la tijera de cobre, hecha con mineral de la nueva mina y fundida en Potrerillos con motivo de la celebración[9].
De esta forma comenzó de manera oficial la historia del campamento minero de El Salvador. En los días posteriores se fundará el “Club de Leones” de El Salvador, este recibirá su carta fundamental el 28 de noviembre de 1959. Ese mismo día realizaron un acto para recibir dicho documento y al día siguiente se produjo la bendición del monolito que está hasta la actualidad en la entrada de El Salvador y del camino a la mina. Producto de esto y de la portada del Andino del mismo sábado 28 que destacaba los discursos y publicaba las fotos del 12, es que se produjo la confusión de que la inauguración de El Salvador había sido tal día. Sin embargo, apoyado en las fuentes históricas más de 60 años después logramos corregir esta fecha dando 16 días más de vida antes de su inauguración a nuestro querido El Salvador.
Captura del Noticiero EMELCO: Gigante del cobre, 1959, Archivo Patrimonial USACH
Captura del Noticiero EMELCO: Gigante del cobre, 1959, Archivo Patrimonial USACH
Captura del Noticiero EMELCO: Gigante del cobre, 1959, Archivo Patrimonial USACH
Captura del Noticiero EMELCO: En la Quebrada de la Turquesa, Archivo Patrimonial USACH
Engineering and Mining Journal, Vol. 159, Nº11, EEUU, noviembre 1958, 100-101.
Facilitado por Raúl Cuevas
Andino, 24 de agosto de 1957
Fuentes:
[1] María Baros, Potrerillos y El Salvador, 167; Andino, Potrerillos, 17 de agosto 1957, 8; Entrevista con Osvaldo Cortes Moya, realizada por René Cerda Inostroza en Coquimbo, 12 de junio de 2016.
[2] María Baros, Potrerillos y El Salvador, 167; Andino, Potrerillos, 17 de agosto 1957, 8; Entrevista con Osvaldo Cortes Moya, realizada por René Cerda Inostroza en Coquimbo, 12 de junio de 2016.
[3] Andino, 7 de noviembre de 1959, 1.
[4] Andino, 7 de noviembre de 1959, 2.
[5] Andino, 28 de noviembre de 1959, 1.
[6] Andino, 21 de noviembre de 1959, 1.
[7] Andino, 28 de noviembre de 1959, 1-6; EMELCO, Gigante del cobre. (EMELCO, Santiago, 1959).
[8] EMELCO, Gigante del cobre. (EMELCO, Santiago, 1959).
[9] Andino, 7 de noviembre de 1959, 1; Andino, 12 de noviembre de 1959, 1-6; Andino, 21 de noviembre de 1959, 1; Andino, 28 de noviembre de 1959, 1.
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